domingo, 28 de noviembre de 2010

Dejé el pelero



Ansiosa.
Ciertamente huí y dejé el pelero.
Me vine al imperio a pelar, pero a prometerme al menos una esperanza de vida.


Ya me he mudado de piso 2 veces, y ahora busco un piso más en el corazón de Boston. Algo barato y comunicado en dónde se pueda vivir "dignamente".


Cambio radical del estilo de vida. Paso de ser popular  (y no me refiero a ser parte del populacho) y con riesgo de secuestro en Venezuela, a convertirme en parte del anonimato.


No es tan malo vivir de anónimo, lo triste es no conocer a nadie y tener que empezar relaciones desde 0.
Me siento como un Sim empezando la partida; Broke, en búsqueda de trabajo y sin amigos.


Amigos y familiares no me faltan, pero no soy muy buena sobreviviendo a las relaciones a distancia y creo que tendré que empezar a pertenecer a círculos sociales en dónde yo no soy el medio, y tendré que volverme menos exquisita al elegir.


Quedé en la Universidad. Haré mi carrera en School of The Museum of Fine Arts en Boston, y sacaré mi título en conjunto con Tufts. Nada mal para ser Venezolana, haber crecido en el gobierno de Chávez y ser casi exiliada del país, pero dejando atrás mi media carrera de Derecho, y un montón de lujos que disfrutaba en mi país.


NO PAIN NO GAIN.


La independencia es un arma de doble filo. Se sacrifican muchas cosas por la seguridad y esa esperanza de vida; pero bueno, de mí depende que en unos años pase a dejar de ser parte de anónimo, y pueda disfrutar de muchos lujos y de personas.


Esperemos que sobreviva al intento.








Me siento como falda de vitrina; que la usa un maniquí, alguien que nadie conoce...

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