viernes, 10 de diciembre de 2010

Sinónimos de la Vagina





Aquí en Venezuela tenemos sinónimos para todo. Así como a los opositores del gobierno se les llama también pitiyanquis, oligarcas, escuálidos, etc, se usan muchísimos sinónimos para la palabra vagina.


Sobre todo las lesbianas solemos llamar a la "Vagina" de formas distintas, pues sabemos que se les denota diferente de acuerdo a la ocasión y a sus características.


 He aquí un desglose de algunas formas de llamarlas.

  • La Totona: Este nombre lo inventaron las mamás cuando alguna vez le dijeron a la niña "Andrea límpiate bien la totona". Ella son las culpables.
  • La Cosita: Se usa esa denotación cuando no hay suficiente confianza y da vergüenza llamarla por cualquier otro nombre. Algo así como que "Mi cosita es pequeña".
  • El Coño: Viene del latícŭnnus. Nadie sabe por qué le dicen de esa forma, pero todos le dicen así.
  • La Concha o Conchita: Se le dice así porque dentro guarda la perla (el clítoris).
  • La Pachocha: este caso es como el de la totona, por culpa de las mamás.
  • La Cuca: Las cucas son unas galletas dulces rellenas de harina de trigo y panela. Se les dice así porque al igual que éstas galletas, pueden comerse y son dulces (bueno, algunas. Detesto como suena "la cuca", por cierto).
  • La Pussy: En inglés significa gatita.... Y bueno, por ahí dicen que las gatitas se comen las pollas. (No es mi caso)
  • La Pepa: Este se utiliza para todo. "Te voy a dar por esa pepa", "Me duele la pepa", "La pepa del culo", etc.
  • La Cuchara: Porque contiene el elixir mágico.
  • La Vulva: Es su nombre médico. También viene del latín, y se refiere a las partes que rodean y constituyen la abertura externa de la vagina. 
  • La Cueva Mágica: Porque es oscura, húmeda, caliente y milagrosa.
  • Cuchi: Porque para algunos es tierna.
  • La Almeja: porque algunos comparan su sabor con el de los frutos marinos como el de las almejas.
  • Vagina: Es el nombre formal utilizado por los médicos y con el cual nos enseñan su anatomía en el colegio.
Aparte de los anteriores, conozco algunos otros sinónimos a los cuáles no les consigo explicación: Cuchufleta, Polola, Chocha/o, Churumena...

Yo personalmente les suelo llamar "Vagg'", y se pronuncia "vayeiyei". Creo que es una forma de llamarlas que suena un poco atrevido, pero sin resultar ofensivo.

En fin, creo que es cuestión de cultura y de creatividad. A algunas persona les gusta ponerles sus nombres personales; lo cual me parece finísimo, porque pienso que cada Vagina tiene su manera de ser y de comportarse...



domingo, 5 de diciembre de 2010

Mexican


Mexican

A veces me pregunto qué se sentirá haber nacido en México.
Tequila, tamales, rancheras, chile, picante, calor…
Frida, La Llorona, los Mayas, los Aztecas, Chespirito, Selena, Guadalupe.
El día de los muertos.
La coca, Tijuana, el sexo.
No sé tú, pero a mí que me enamoren a la mejicana…

jueves, 2 de diciembre de 2010


"Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales."

-Miguel Delibes-

Cervezas mágicas


Hace unos 2 meses me escapé un día de la vida y me fui a tomar unas Birras con una amiga al Puto Bar.

Ella se iba del país y yo también (normal), así que era basicamente una reunión para despedirnos.
Entre 6 azules resumimos nuestras vidas, nos contamos nuestros planes y terminamos en una tasca de mala muerte en Chacao… Ella tenía unos planes concretos solo a un paso de su ejecución. Yo en cambio, tenía un abanico de posibilidades, unos cuantos saltos en paracaídas sin cuerdita de emergencia y un futuro bastante nublado.

Soy volada, soy salia’, soy arriesgada, quizás hablo mucho y soy un tanto atrevida… Y hoy aprendí que más o menos así debe ser. 

Siempre he sido una persona calculadora y perfeccionista, pero de esto solo puedo prever que a veces unos calculos al “ojo por ciento” son más acertados que las medidas de una receta.

Esas birras marcaron un montón de ilusiones; y lo que en aquella conversación fue contemplar una posibilidad bien alejada de la realidad, hoy es un hecho.

Salud por aquellas azules, por mi futuro y por el tuyo!
(Con la mano izquierda pa’ que se repita).

miércoles, 1 de diciembre de 2010

soy una enferma de los regalos, pero qué puedo hacer si me encanta?

Llegó Diciembre, y confieso  que me encanta la navidad.

Me fascinan las luces de colores, los muñecos de nieve, las bambalinas y cualquier cosa que brille y tenga escarcha. También me divierte "montar el arbolito" y cantar mientras lo hago, aunque siempre termine con alergia o enredada en las luces.
 
Sí, me encanta el consumismo e irme de compras, pero más me gusta recibir regalos.

Pero para ser honesta, lo que más disfruto de todo este tema del consumismo navideño son los empaques de los obsequios. Creo que es indescriptible la sensación que me da al despegar las cintas y los envoltorios de un paquete.

El lazo... Wow! como disfruto de un lazo bien hecho, sobre todo si las cintas caen como bucles a lo largo del papel. Y no dejaré de lado la emoción que me causa el sonido del despegue de la cinta adhesiva o el rasgado del celofán... "si no lo rompes no es regalo".

Lo sé, soy una enferma de los regalos, pero qué puedo hacer si me encanta?

Abrir regalos me resulta todo un guilty pleasure, y esto me recuerda a una historia...

Como siempre me gustó la envoltura, inclusive desde que era muy niña, mi madre creó un departamento para mí cuando yo tenía como 9 años, era el "Departamento de envolver lor regalos". Suena algo tonto, pero es bastante emocionante cuando por primera vez en tu vida te haces cargo de algo y
el trabajo era bastante arduo, no se crean. Sobre todo en época Decembrina y de cumpleaños.

Al principio mi faena era simple, y consistía en ayudar a todos mis familiares a envolver sus regalos (inclusive los que me obsequiaban a mí en algunos casos); pero pronto el trabajo fue incrementado, o me ascendían de nivel, supongo.

Poco a poco empecé a encargarme del reciclaje de bolsas y de lazos, ya que la economía cada vez era más apretada y además me entraron las ideas de salvar al planeta (go green!); y luego, de un momento a otro mi trabajo pasó del simple envoltorio a la "asesoría y diseño de empaques" y "consejería de qué regalar". 

A medida de que fui ascendiendo de nivel, mi mamá me abrió un espacio físico para mis labores en alguna esquina de la casa, pues tanta bolsa ya no cabía en mi cuarto! Y con el paso de los años me empecé a ver secuestrada para "tarde de comprar regalos" (que no eran para mí), e inclusive en un montón de veces me encontré comprando regalos que otras personas le darían a terceros.

Nunca cobré ni una pulla por mis labores, alguna vez me dieron un chocolate por aquello cuando era más chica, pero lo demás se reducía a un "gracias" o "me salvaste de esta". Pero tampo esperé jamás nada a cambio.

Hoy tengo 19, y han pasado 10 años desde que me nombraron administradora del papel de regalo en mi casa, y les juro que aún me llaman para que les ayude, inclusive he hecho asesorías telefónica y a larga distancia.

Algo que es tan simple y tan sencillo de hacer como forrar un regalo a algunos les resulta sumamente complicado. Y yo que lo  disfruto tanto... Supongo que siempre he ayudado a la gente en esto porque realmente lo disfruto; y porque bueno, para algunas cosas aparentemente tengo buen gusto, o mejor que el de los demás.

Esta es una historia tonta, pero real. Es ese tipo de situaciones familiares que quizás nadie entiende, pero que significan mucho en tu vida. Además, trae consigo bastante material imán de hermosos recuerdos de mi infancia, y la satisfacción de que siempre he hecho un trabajo muy humanitario, dar y envolver regalos.

Espero que este año la vida me pague de vuelta y me llene el arbolito con muchos regalos con mi nombre!




martes, 30 de noviembre de 2010


El ocaso de la abuela

Como artista, creo que hay muchísimas experiencias que han influenciado mi arte, pues ser artista es algo que se nutre con las vivencias de cada día; sin embargo, hay una experiencia que marcó fuertemente mi forma de percibir el mundo y traducirlo en artes plásticas. 

Esta experiencia es lo que yo llamo “el ocaso de la abuela”.

Mi abuela Carmita estaba enferma desde hace algunos años, pero hace unos meses su enfermedad empeoró y la llevó a la muerte. Fue una muerte progresiva, padecía de una atrofia muscular degenerativa idiopática; lo que significa que todo su cuerpo fue deteriorándose poco a poco, y fue perdiendo progresivamente sus sentidos.

Yo tomé la responsabilidad de cuidar a la abuela en su muerte lenta, proceso que debo admitir fue muy duro para mí, pues significó mucho sacrificio, pero también significó madurez y nutrición para mi alma.
Cuidar a una persona en estado terminal no solo significa bañarla, darle los medicamentos y hacerle compañía, significa también enfrentar la llegada de la muerte y hacer todo lo posible por sabotear su camino, y tratar de hacer este proceso algo llevadero, o aunque sea lo menos doloroso posible. 
La única forma de poder llevar todo esto fue dejando la objetividad de un lado y llenando mis fuerzas y la vida de mi abuela (o lo que quedaba de ella) con amor.

Ya era bastante difícil sentir amor en medio de todo este proceso de infelicidad; demostrarlo… eso si era casi imposible.

Demostrarle amor significó un constante proceso creativo que requirió de mucho ingenio para poder lograr que ella entendiera los mensajes aún cuando sus sentidos iban decreciendo.
Cuando una persona es normal, puede percibir amor a través de actos, canciones, palabras o sonrisas, pero cuando ésta va perdiendo sus sentidos, zuzurrar palabras bonitas al oído, aunque sea con un tono de voz alto, no es suficiente.

Tuve que ingeniármelas para que mi abuela se sintiera amada, pues yo la amaba desde lo más profundo de mi alma, pero temía que a falta de sentidos ella no pudiera notarlo.
Y así fue como cómo mi arte se involucró en este proceso, fue mi medio de transmisión, mi mecanismo traductor.

Para aquellos días de la muerte de mi abuela, tuve que dedicar 24/7 a estar con ella, y al ser esto así, me convertí en su supervisora de sueños. Mientras ella dormía, (las pocas horas que lo hacía) yo estudiaba o pintaba, utilizaba mis pinceles para descargar mi rabia con la vida, para reclamarle aquello que me estaba quitando. A la vez, empecé a pintar algunas cosas para que mi abuela viera, pensé que a través de imágenes podría mostrarle bastante de ese amor, pues ya casi no oía, y el respirador al que estaba conectada también era muy ruidoso y nos interrumpía la comunicación. Ya había pasado un tiempo desde que ella había dejado de hablar, y la máscara tampoco se lo permitía. 
Mis pinturas funcionaron algunos días, yo le pintaba recuerdos de su juventud o cosas que a ambas nos gustaban, y ella se emocionaba cada vez que yo terminaba una obra, pero al rato éstas dejaron de ser suficiente, pues sus ojos comenzaron a cerrarse y me di cuenta de que debía cambiar mi técnica y medio si quería lograr mi cometido de que ella recibiera el mensaje de que yo le amaba. 

Ya no oía  ni veía bien. 

Recordé que el gusto es muy importante para mí, y convertí los instrumentos de cocina en mis pinceles y los platos en mi lienzo… Pasé desde el chocolate a los camarones, desde el salchichón a los arroces, de  las frutas tropicales a las sopas. Mezclé sabores, aromas y texturas diferentes, y fue un éxito hasta que ella dejó de saborear y tragar y empezó a necesitar nutrición parenteral.

No gusto, no oído, no vista, y un olfato interrumpido por una máscara de oxígeno que le proporcionaba algo de vida (si es que así podía llamársele)…

Tacto pensé… Desde hacía tiempo que mi abuela ya no podía mover su cuerpo voluntariamente, pero sé que podía sentir.

Volví a los pinceles y ahora pintaba sobre su cuerpo, así ella sentía los cosquilleos cada vez que yo daba una pincelada sobre su piel, y  jugué además con diferentes temperaturas y nuevas texturas al rozar. 
Por otra parte, yo le daba masajes 3 veces al día para que sus músculos dejaran de atrofiarse, pero éstos eran cada vez más débiles y se amoldaban muy fácil mente a las palmas de mis manos… y así fue como descubrí la escultura. Literalmente mis manos empezaron a darle forma a su cuerpo, y fue una experiencia que me asustó muchísimo hasta que los médicos me explicaron que era normal que cada vez sus músculos estuvieran más débiles y moldeables.

Aunque fue terrible darme cuenta de que mis manos podrían modificar la forma del cuerpo de mi abuela, poder dar forma a cosas con mis manos fue algo maravilloso y pensé en que debía probar la escultura. De esta forma llevé arcilla a casa. Coloqué arcilla sobre sus manos y la amasaba… Eso le gustó muchísimo y yo estaba encantada pues a mí también me gustó mucho la sensación. 
Mientras ella dormía empecé a jugar con la arcilla a solas, y comencé a moldearla de la misma forma en que moldeaba su cuerpo, y a medida de que pasaba las horas  como supervisora de sueños, esculpí a “No Senses”.


“No Senses” es la idea de una mujer atrapada en un cuerpo petrificado. Ella siente todo lo que le sucede y lo que ocurre alrededor, pero no puede expresarlo. Quiere gritar, llorar, cantar, reír, ver, escuchar… Pero no puede, porque al final lo único que puede  manejar voluntariamente es su conciencia. 
Muy irónicamente, a medida de que yo esculpía, mis sentidos se fueron afinando… Olía la arcilla, la saboreaba, la sentía fría y la veía tan maleable… Yo estaba sintiendo exactamente todo lo que la abuela no podía sentir, reduciendo las vivencias de una vida entera a un poco de arcilla. Y en ese momento me di cuenta de que de alguna manera esto había marcado mi vida. Desde ese momento mi manera de hacer arte dejó de enfocarse en solo tratar de hacer llegar un mensaje y se convirtió en el vivir intensamente el proceso de interpretación, traducción y creación tridimensional de mis propósitos o de la vida misma.

Entendí que quizás arroparla con diversas telas, frotar sus manos con sales, cantar alto a su oído, bailar sobre su cama hospitalaria, enviar mensajes secretos en la comida e inclusive usar disfraces para colarme a escondidas en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) a horas que no estaban permitidas, quizás no fueron suficientes para lograr mi cometido de que ella supiera que yo la amaba. Pero también entendí que todos mis esfuerzos fueron valiosos para ella y para mí y que la creatividad y los diferentes medios de comunicarme me hicieron sentir que estaba haciendo lo mejor que podía para mantenerla viva y quizás, solo Dios sabe, si se sintió un poco amada.

Mi abuela murió justo la madrugada en que estaba terminando una obra que le daría los buenos días. Pero mis ganas de seguir haciendo arte no se fueron con su ataúd, al contrario se amarraron a mi vida fuertemente y pretenden quedarse conmigo hasta que sea mi sol el que se oculte en el ocaso.
Luego de todo esto, al hacer arte me gusta utilizar diferentes medios e involucrar mis sentimientos en el proceso…

lunes, 29 de noviembre de 2010

El chocolate se sirve en 2 tazas, no en una


No me voy a la cama por miedo de que amanezca; y no cierro los ojos, porque si duermo la mañana llega más rapido.

Qué es una mañana fría sin un abrazo? Qué es un sábado en la mañana sin el ambiente estrogenado

Qué son mis manos si son de mi?

Me da pavor que amanezca, el chocolate caliente se sirve en dos tazas, no en una.

Te extraño Caracas. Extraño tus rocíos de sábado a las 10’, extraño tus besos y aromas. Extraño amanecer en ti.


domingo, 28 de noviembre de 2010

Dejé el pelero



Ansiosa.
Ciertamente huí y dejé el pelero.
Me vine al imperio a pelar, pero a prometerme al menos una esperanza de vida.


Ya me he mudado de piso 2 veces, y ahora busco un piso más en el corazón de Boston. Algo barato y comunicado en dónde se pueda vivir "dignamente".


Cambio radical del estilo de vida. Paso de ser popular  (y no me refiero a ser parte del populacho) y con riesgo de secuestro en Venezuela, a convertirme en parte del anonimato.


No es tan malo vivir de anónimo, lo triste es no conocer a nadie y tener que empezar relaciones desde 0.
Me siento como un Sim empezando la partida; Broke, en búsqueda de trabajo y sin amigos.


Amigos y familiares no me faltan, pero no soy muy buena sobreviviendo a las relaciones a distancia y creo que tendré que empezar a pertenecer a círculos sociales en dónde yo no soy el medio, y tendré que volverme menos exquisita al elegir.


Quedé en la Universidad. Haré mi carrera en School of The Museum of Fine Arts en Boston, y sacaré mi título en conjunto con Tufts. Nada mal para ser Venezolana, haber crecido en el gobierno de Chávez y ser casi exiliada del país, pero dejando atrás mi media carrera de Derecho, y un montón de lujos que disfrutaba en mi país.


NO PAIN NO GAIN.


La independencia es un arma de doble filo. Se sacrifican muchas cosas por la seguridad y esa esperanza de vida; pero bueno, de mí depende que en unos años pase a dejar de ser parte de anónimo, y pueda disfrutar de muchos lujos y de personas.


Esperemos que sobreviva al intento.








Me siento como falda de vitrina; que la usa un maniquí, alguien que nadie conoce...

martes, 31 de agosto de 2010

Y así comienza la travesía de esta falda.



Desesperada; con ganas de huir y dejar el pelero' en la facultad o en cualquier parte

Alborotada; con las hormonas a mil y un amor a kilómetros de distancia.

Entusiasmada; como si fuera una falda nueva, recién estrenada.

Es de esta forma que bautizo este nuevo blog, pues es detrás de esta falda en dónde se ocultan esos pensamientos y emociones que no tratan de nada muy especial, sino de la vida misma. De la vida con sus vaivén,  de la vida y sus fracasos. De sus colores, sabores, mujeres y ocasos.